, Aqui vemos a estos marchosos que ya tienen la alegría dentro del cuerpo, por que allí a lo lejos ya se ve nuestro pueblo, ya se va llegando a la culminación del viaje en el que echaron unas tres horas, pero tres horas entretenidas por que nunca iba uno solo, siempre iban acompañados y en amenas conversaciones, y digo esto por que los estuve viendo según iban pasando por donde yo estaba, llegaban unos cuantos a la vez y sonrientes como si se irían contando cosas graciosas, o es que la alegría se la trasmitía esa terminación de la marcha que dentro de unos momentos tocaría a su fin, ya estaban terminando y con la satisfacción de haber echo ese camino sin tener que aguantar esa desapacible lluvia que al punto de la mañana casi se esperaba con toda la seguridad que da un cielo mas negro que la boca del lobo como se suele decir,