Que tranquilidad tenemos ahora, eso es lo que dirían esa pareja de marchosos, después de almorzar ya estamos preparados para todo lo que venga, y se lo merecen por que lo suyo les ha costado bajar desde Labraza, así que con su plato de lomo y un descanso se quedan como unos Reyes, para marchar a sus lugares de residencia, no sin antes tomarse un cafecito para culminar con éxito también el almuerzo que se ofreció a todos los marchosos, no hubo ningún problema para degustar ese almuerzo bien sentado los unos en los bancos de las inmediaciones de la plaza y otros en las mesas de los bares, en concreto que almorzaron con toda la tranquilidad del mundo, quedando satisfechos y deseando que el próximo año tengan salud para volverlo hacer, así que seguro que el año que viene si Dios quiere estos dos tendrán en la mente estos bancos que les vinieron de maravilla para almorzar muy tranquilos, y con el pensamiento de haber si los pillamos vacíos.