Que contentos estaban los dos el marido y la señora, después de la marcha con el trofeo en la mano, sobre todo por que la mañana había sido tranquila en el aspecto meteorológico, por que yo no hubiera pensado que iban a venir secos completamente, y después de esos km andados bien biene ese apetitoso almuerzo, que aunque ya casi era el medio día cuando estaban repartiendo tan suculento plato de lomo a nadie le vino mal, por que seguro que el desayuno lo tenían muy cerca de de los zapatos pero algo mas abajo, pero estos son jóvenes y aguantan la andadura de la mañana, y ese ronroneo de estomago que te suele entrar ya entrada la mañana, cuando estas haciendo algún esfuerzo como estos marchosos recorriendo esos km que se tiraron desde Labraza por esos caminos de Dios, que en casi todo el recorrido fueron caminos por los cuales se podía ir con el coche sin ningún problema, eso es señal de que aquí en nuestro pueblo podemos presumir de caminos, y del buen estado en que se encuentran, en la foto vemos al matrimonio José Eduardo Terroba, y su mujer Txaro Zabala,