¡EL OLIVO QUE ALIMENTÓ A JESÚS!
*Árbol milenario*
Existías en Getsemaní cuando Jesús vio el huerto
confinado entre los frondosos fraternos de olivar,
fuisteis testigo personal de sus certeras palabras
que sus discípulos escuchan debajo de tu sombra.
*Aceite de olivar*
Tú aceite alivió la gana de Jesús en la última cena
cuando la María de Magdala vivía unida al Mesías,
sabiendo Jesús que tenían a un traidor en la mesa
cuando las monedas del engaño tañían su muerte.
*Aceituna verde*
Tu savia alimenta la verde oliva del rugoso tronco
doblegando dócilmente las oleosas ramas de olor,
creciendo suavemente sin prisas ni agobio alguno
cuando escuchaste extasiado la palabra de Jesús.
*Aceituna negra*
Torturado árbol lleno de olivas negras de alimento
cuando ya maduras te majan dos grandes piedras,
azabache figura cuando la almazara aprieta fuerte
soltando un néctar que nutrió el cuerpo del Mesías.
*Tronco afligido*
Ninguno árbol de este olivar le entregó al Sanedrín
fue condenado por la petulancia pícara del hombre,
al acoger los zalameros como temerosos discípulos
ocultaron tú señal primogénita de tú Padre Eterno.
*Óleo de amor*
*Árbol milenario*
Existías en Getsemaní cuando Jesús vio el huerto
confinado entre los frondosos fraternos de olivar,
fuisteis testigo personal de sus certeras palabras
que sus discípulos escuchan debajo de tu sombra.
*Aceite de olivar*
Tú aceite alivió la gana de Jesús en la última cena
cuando la María de Magdala vivía unida al Mesías,
sabiendo Jesús que tenían a un traidor en la mesa
cuando las monedas del engaño tañían su muerte.
*Aceituna verde*
Tu savia alimenta la verde oliva del rugoso tronco
doblegando dócilmente las oleosas ramas de olor,
creciendo suavemente sin prisas ni agobio alguno
cuando escuchaste extasiado la palabra de Jesús.
*Aceituna negra*
Torturado árbol lleno de olivas negras de alimento
cuando ya maduras te majan dos grandes piedras,
azabache figura cuando la almazara aprieta fuerte
soltando un néctar que nutrió el cuerpo del Mesías.
*Tronco afligido*
Ninguno árbol de este olivar le entregó al Sanedrín
fue condenado por la petulancia pícara del hombre,
al acoger los zalameros como temerosos discípulos
ocultaron tú señal primogénita de tú Padre Eterno.
*Óleo de amor*