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OYON: Espadas...

Espadas

Rodando por los blancos valles van

las cabezas de los marginados al amor,

sueños otrora de una noche de vigilia,

rodando van sin lágrimas y sin dolor

por el sendero triste de la melancolía

bajo la luna impronta descorazonada,

cielo guarnición del alma ya desprotegida.

Tu sostienes por el mango la espada

aquella acerada cuyas lenguas filosas

fueron algunas veces también mías.

Verso que me faltas, verso que agonizas,

empuña tu la muerte de las palabras

blandiendo el brillo ya opaco de tus sin ojos

que yo empuñaré ya sin esperanza alguna

mi propio sueño sin amor y mi propia vida.