Buenos días Mari Carmen, tienes razón en lo que dices, por eso me he levantado pronto para arreglarlo, pero has metido la pata y no he podido hacer nada mas que excusarme, nadie ha dicho ni palabra pero salio la señora y ha sacado la falta como el que levanta la liebre cuando va por el
campo, bueno Mari Carmen pues ves que poco cuesta disculparse, y ahora con toda la tranquilidad del mundo me toca el desayuno que ya es hora para los que hemos madrugado no para ti que te levantas a las 12 del medio
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