OYON: Creo amigos que en esa casa de la pared sin revocar,...

Creo amigos que en esa casa de la pared sin revocar, en la década de los 50 había un trujal de molturación de aceitunas, con la particularidad que se molían las aceitunas por arrastre, unos caballos tiraban de la palanca que hacia girar una barra y en ella las piedras cónicas que molturaban ese fruto que nos da el oro verde llamado aceite, en aquella época había en Oyon otros dos trujales uno el trujal San Isidro, y otro en la esquina de el paseo de los fueros con avenida de Navarra, Oyon en aquella época era un gran productor de aceituna, por ello es que habría tres trujales en un pueblo pequeño, mirar si se cogía aceituna que yo en esta jurisdicción conozco una finca en la que había 1000 olivos así que con su producción ya tenia trabajo el trujal para unos días,