TEO, yo ceno, pero tempranito, para tener tres o cuatro horas, libre, antes de acostarme. ¿Está bien asi? Tu mandas.
¿Que tal la semana Santa? Aquí la hemos tenido con agua, viento y un poco de fría, según el día. Martes y viernes, castigados por el agua, y sin salir. Mañana terminamos, con el Cristo Resucitado, si el cielo lo deja salir.
Un abrazo y os dejo estas letrillas.
PICOS PARDOS
Dónde vas de picos pardos
Como tienes el monario
Y cuando viene tu madre
Dices que has ido al rosario
Tú no te cansas criatura
De andar siempre de jarana
Que das cuatro trancallas
Y ya estás en la solana
Difícil de comprender
Siempre de juerga y jaleo
Después se viene quejando
Y al médico con mareo
Nunca le afectó la crisis
Con poco se ha conformado
Un plato para comer
Y zumbando hacia otro lado
No sé si admirar sus formas
O criticar su postura
Reprochar su desvergüenza
O elogiar esa locura
Si alguien le toca las palmas
Nunca se encuentra cansada
Con la sonrisa en los labios
Está siempre preparada
A pesar de su locura
Siempre se halla dispuesta
A colaborar con todos
Dejando abierta su puerta
Se disfraza de princesa
Y, aunque canta como un grillo
Nunca su voz le ha faltado
Para cantar fandanguillo
A pesar de sus rarezas
Pues no atiende a la razón
Conquista al que la conoce
Con ese gran corazón
A. E. I.
¿Que tal la semana Santa? Aquí la hemos tenido con agua, viento y un poco de fría, según el día. Martes y viernes, castigados por el agua, y sin salir. Mañana terminamos, con el Cristo Resucitado, si el cielo lo deja salir.
Un abrazo y os dejo estas letrillas.
PICOS PARDOS
Dónde vas de picos pardos
Como tienes el monario
Y cuando viene tu madre
Dices que has ido al rosario
Tú no te cansas criatura
De andar siempre de jarana
Que das cuatro trancallas
Y ya estás en la solana
Difícil de comprender
Siempre de juerga y jaleo
Después se viene quejando
Y al médico con mareo
Nunca le afectó la crisis
Con poco se ha conformado
Un plato para comer
Y zumbando hacia otro lado
No sé si admirar sus formas
O criticar su postura
Reprochar su desvergüenza
O elogiar esa locura
Si alguien le toca las palmas
Nunca se encuentra cansada
Con la sonrisa en los labios
Está siempre preparada
A pesar de su locura
Siempre se halla dispuesta
A colaborar con todos
Dejando abierta su puerta
Se disfraza de princesa
Y, aunque canta como un grillo
Nunca su voz le ha faltado
Para cantar fandanguillo
A pesar de sus rarezas
Pues no atiende a la razón
Conquista al que la conoce
Con ese gran corazón
A. E. I.