Como si de una autoridad se tratase le dieron a nuestro amigo Manolo un trato extraordinario, un trato extraordinario y toda la clase de esplicaciones de lo que preguntaba, por que los que conocemos a Manolo Gonzalez sabemos su afán por aprender, y en este caso quería aprender cosas de otra cultura como era la de nuestro recién hermanado pueblo de Miyek, Tanto es así que la gente del lugar le acompañaba por donde quiera que iría como estamos viendo en la foto, enseñando las cosas de las cuales hacían ellos uso para su supervivencia y vida cotidiana, me gustaría como decimos aquí ver por un agujero la estancia de nuestro amigo la estancia en aquel pueblo hermanado con el nuestro, por que aun después de tantos años se le ponían los ojos brillantes fruto de la emoción que aun le embarga, cuando habla de aquella gente que tanto cariño le ofrecieron en unos pocos días que duro su estancia en Miyek