Ya tenían preparados gran parte de los ingredientes que iban a echar en los caracoles, para tanta cazuela se necesitaba un montón, así que ahí tenemos los botes de tomate y en los calderos de plástico estaba la panceta cortada en trocitos, luego traerían unas cuantas bolsas de jamón chorizo y el aceite, y poco tiempo después empezarían a hacer esa monumental caracolada, que la gente decía que tenia caracoles con tropiezos que no solamente tenia tomate, la gente estaba contentisima, y para los que vinieron de fuera fue una sorpresa primero la buena calidad de los productos, lo bien hechos que estaban y que eran gratis que con la que esta cayendo encontrarte un día un manjar así por la cara te hace una ilusión tremenda, así que el año que viene vendrán otra vez a visitarnos y de paso degustar esos caracoles que tienen fama en todo el contorno,