Aquella tarde transcurría con tranquilidad, pues ya había subido casi hasta arriba del monte, pero faltaba aun un trocito de camino, y en aquel trozo pudieron absorban la cantidad de florecillas que había en las orillas del camino, como si las hubieran puesto para que Pili y su marido se deleitasen viéndolas por primera vez, puesto que a raíz de toda el agua que hemos tenido ultimamente ha salido como si fuera un trigal en el mes de Junio, como estaba ese trozo de camino que todos podemos ver que ese olivo que tenemos plasmado casi parece que en un momento se va a cubrir de esa ingente cantidad de florecíllas que mas creo que son hierbas para que se las coman las ovejas, si es que aquí en mi pueblo hay por que no se ni si hay algún pastor que las lleve, pero amigos eso es lo que conlleva un año de humedad como este, pero de aquí en adelante ya se agostaran por que ya emperezara a pegarles el calor y sin remisión se secaran poco a poco,