Así bajaba la calle donde yo vivo, era tal la intensidad de el pedrisco que las calles al menos la mía se quedo completa mente blanca, con el consiguiente ruido que hacia la piedra al caer sobre todos los coches que estaban aparcados como de costumbre, quien iba a pensar este trastorno cuando a las 4 o 4,30 estaba yo por la calle y hacia un sol muy bueno y casi que había ninguna nube, pero amigos eso es imprevisible y te la pega cuando menos esperas, así que alguna persiana de los vecinos ya la dejo buena, haber si no vuelve a ocurrir mas, pasarlo bien,
saludos
saludos