hola teo, en la calle de la baranda solamente yo recuerdo las gallinas de la señora felisilla, lo de su identidad ya no recuerdo y debia de ser toda una aventura cuando las recojieran por las noches si estaban todas mezcadas, me supongo que cada propietario las pintaria de un color para llevarlas a sus dormitorios, y el gallo sabia diferenciar la gallina que tenia que seducir, que iempos