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PEQUEÑA HISTORIA DEL HORNAZO

Las primeras referencias al Lunes de Aguas se remontan a las Ordenanzas de la Casa de la Mancebía a finales del siglo XV, en las que el Príncipe Juan, el único hijo varón de los Reyes Católicos y Príncipe de Salamanca, otorgó la licencia para construir un prostíbulo en Salamanca, que estaba regentado por un hombre conocido como el padre de la Mancebía, o también llamado Padre Putas o Padre Lucas. Esta primera licencia en España para abrir un prostíbulo se concedió a Salamanca debido a la afluencia de gente joven en la ciudad.
Casi un siglo después, el Rey Felipe II dictó unas ordenanzas por las que impuso que en época de Cuaresma regiría la abstinencia en todos los sentidos, incluido el sexual, por lo que las prostitutas no podían ejercer su oficio, y para evitar a la población las tentaciones de la carne, el Padre Lucas las alejaba de la ciudad y se marchaban todos a vivir al pueblo próximo de Tejares, al otro lado del río Tormes.
Permanecían allí desde el Miércoles de Ceniza hasta el Lunes de la octava de Pascua (2º lunes después del Domingo de Resurrección), conocido aquí como Lunes de Aguas, en el que se daba por concluido el tiempo de abstinencia y las prostitutas regresaban a Salamanca de su exilio.
El padre Lucas junto con los vecinos y estudiantes, retornaba con las prostitutas a la ciudad en barcas adornadas con ramas y flores, celebrando todos la vuelta, junto con la multitud de gente y vecinos que acudían a recibirlas, con hornazo y vino que degustaban junto al río.
Aunque actualmente algunos historiadores ponen en duda el origen del Lunes de Aguas, es incuestionable que la celebración tiene su origen en la alegría que volvía con la Pascua de Resurrección, una vez superado el período de la Semana Santa.

En toda Salamanca y su provincia el hornazo ha sobrevivido a la historia y, aunque no sea festivo en el calendario, los salmantinos continuamos con la tradición de salir por la tarde al campo o al río para merendar el hornazo.

Pero no sólo está presente en la ciudad de Salamanca, el hornazo también es típico en muchas localidades de la provincia, donde no es un plato exclusivo del Lunes de Aguas como en la capital. Aunque en todas se celebra comiendo el hornazo en el campo, en cada lugar tiene sus características propias en cuanto a elaboración y degustación. Por ejemplo, mi madre lo rellenaba con trozos grandes de chorizo y lomo, y le ponía dos huevos cocidos enteros en el centro, En cambio en salamanca, lo rellenan con rodajas finas de jamón, lomo y chorizo, y también el huevo cortado, en mi pueblo el día no coincide con el Lunes de Aguas como en la ciudad de Salamanca, sino con el domingo y lunes de Pascua, donde la gente del pueblo sigue saliendo al campo para comer el hornazo.

Con crisis o sin ella, en Salamanca no se imagina un Lunes de Aguas sin un hornazo, comprado o de fabricación propia, para poder degustarlo en compañía de los familiares o amigos.

Solo espero que no se pierdan esas tradiciones porque son muy bonitas.
Un saludo.