Estamos viviendo el final de la batalla cruenta entre el verde y el ocre y rojizos, sentimos el final del verde, pero empezamos a gozar los ocres, otro paisaje, otras sensaciones, otros sueños se apoderan en los paseos, el ballet de hojas se convierte en danzantes solitarias, que maravilla de paisaje. No hay tristeza por el silencio que nos envuelve es un! Aleluya!