Vista de la carretera, SOBRON

Por la estrecha garganta el río Ebro se dirige a la cercana central nuclear de Santa María de Garoña (en el Valle de Tobalina (Burgos). Estamos en el pueblo de Sobrón (Álava), en el País Vasco.
Sobrón es un concejo del municipio de Lantarón, en la provincia de Álava, País Vasco, España.
Despoblados
Forman parte del concejo los depoblados de:
Lantarón. 1​
Quijera. 2
Localización
El concejo está situado en el borde suroccidental de la provincia de Álava, en el límite de la misma con la Provincia de Burgos y a orillas del río Ebro. Se encuentra 21 km al noroeste de Miranda de Ebro y 47 km al oeste de Vitoria.
Geografía
El paraje en el que se encuentra Sobrón tiene relieves muy pronunciados ya que el Ebro atraviesa un desfiladero que pone en contacto el Valle de Tobalina y la Depresión de Miranda.
El pueblo está dividido en dos zonas; Sobrón Alto, en el monte y Sobrón Bajo, que está junto al río Ebro. Sobrón Bajo está dividido en dos barrios; La Playa y La Presa, en este último es donde hubo antiguamente un balneario y actualmente hay un bar y un hotel. Además se está edificando un balneario nuevo en el emplazamiento del antiguo y justo en frente de esta obra se encuentra el Museo del Agua de Sobrón que también es el Centro de Interpretación Comarcal de la Cuadrilla de Añana.
Historia
El territorio donde se encuentra el concejo ha estado habitado desde antiguo. En la cueva de Peña Mazo se han encontrado restos arqueológicos (materiales líticos, cerámicos y antropológicos) que datan del Eneolítico-Edad del Bronce-Edad del Hierro (3000-200 a. C.). También fueron hallados restos de lugares de habitación al aire libre en el camino que va de Sobrón al pueblo de Barrio y Peña Mazo, que datan del 3000-1000 a. C.
Castillo
El castillo de Lantarón, del que tomó su nombre el condado medieval, tenía probablemente su ubicación en Peña Mazo de Sobrón. El primer documento que lo menciona data del año 897 en el que se menciona a un tal Gonzalo Téllez como conde de Lantarón. Ese castillo fue el núcleo del proceso de repoblación que se realizó en esta zona del valle del Ebro entre los siglos IX y XI. Posteriormente con el paso del tiempo la frontera entre cristianos y musulmanes fue alejándose perdiendo su importancia el castillo. En 1290, el rey Sancho IV el Bravo cedió el castillo de Lantarón y el pueblo de Sobrón al concejo de Salinas de Añana.
Balneario de Sobrón.
En Sobrón, haciendo uso de los manantiales de Sobrón y Soportilla que tienen caudales de 114 y 218 litros por minuto respectivamente, se construyó a mediados del siglo XIX un balneario que se mantuvo en activo hasta 1936. Estas instalaciones contaban, además de los baños, de servicios de casino con salón de baile, cafés, billares, oficina telegráfica, peluquería, estafeta postal donde podían comprarse periódicos nacionales y extranjeros y campos de juego al aire libre.
Los restos romanos hallados al lado de uno de los manantiales dan pie a la hipótesis de su utilización en esa época. Los fundadores y dueños de las instalaciones balnearias del siglo XIX decían que podían demostrar el uso de esas aguas desde el siglo XIII.
En 1950 la Organización Sindical Española se hizo cargo del mismo y lo convirtió en uno de los centros de su red de residencias para productores denominada "Residencia educación y descanso Luis Fernando Orion". Cuando el Sindicato Vertical fue disuelto todas las residencias pasaron a manos de las comunidades autónomas y la de Sobrón pasó a depender de la Diputación Foral de Álava que optó por cerrarla.
En el año 2003 Termoeuropa se interesó por la reapertura de las instalaciones balnearias y realizó un proyecto para abrir en el año 2005 un hotel SPA con 66 habitaciones. El proyecto no se llevó a cabo, quedando las obras sin terminar.
Las aguas de los manantiales que abastecían al balneario tienen propiedades curativas para enfermedades de, entre otras, estómago, intestinales, hepáticas, del aparato urinario y contra el reuma. Se tomaban bebidas o en chorros.
Leyendas
La zona de Sobrón es una de las barajadas para el enfrentamiento de Favila de Asturias, hijo de Don Pelayo, contra un oso que finalmente lo mató.