Valdegovía es un pequeño valle regado por el río Omecillo, situado en la parte occidental de Álava.
Cerca están Bilbao, Vitoria y Miranda de Ebro bien comunicados por carretera. Esto hace que sean muchos los viajeros que, sobre todo en verano, pasen a disfrutar del Valle, que conserva bastante bien su riqueza paisajística y mantiene aún la identidad arquitectónica rural de la comarca, zona de transición entre Vasconia y Castilla.
No obstante, cuando uno recorre el Valle, se adivina que en tiempos pasados estuvo mucho más reforestado. Se han perdido bosques y arboledas en perjuicio de la naturaleza aborigen y en beneficio de los cultivos demandados por una sociedad positivista aunque poco satisfecha.
Se conservan bien algunos edificios que a lo largo de siglos se fueron levantando por los nativos en los distintos pueblos de la comarca, aunque se advierta el dudoso gusto de algunas restauraciones y el más chabacano de ciertas viviendas de reciente construcción.
Valdegovía podría ser una de las zonas más bellas del País Vasco interior, a nada que fuéramos conscientes de la herencia recibida de nuestros antepasados. DON VELA
Cerca están Bilbao, Vitoria y Miranda de Ebro bien comunicados por carretera. Esto hace que sean muchos los viajeros que, sobre todo en verano, pasen a disfrutar del Valle, que conserva bastante bien su riqueza paisajística y mantiene aún la identidad arquitectónica rural de la comarca, zona de transición entre Vasconia y Castilla.
No obstante, cuando uno recorre el Valle, se adivina que en tiempos pasados estuvo mucho más reforestado. Se han perdido bosques y arboledas en perjuicio de la naturaleza aborigen y en beneficio de los cultivos demandados por una sociedad positivista aunque poco satisfecha.
Se conservan bien algunos edificios que a lo largo de siglos se fueron levantando por los nativos en los distintos pueblos de la comarca, aunque se advierta el dudoso gusto de algunas restauraciones y el más chabacano de ciertas viviendas de reciente construcción.
Valdegovía podría ser una de las zonas más bellas del País Vasco interior, a nada que fuéramos conscientes de la herencia recibida de nuestros antepasados. DON VELA