VITORIA: LA BATALLA DE VITORIA O LA VICTORIA DE WELLINGTON...

LA BATALLA DE VITORIA
O
LA VICTORIA DE WELLINGTON


DE BEETHOVEN




ALGUNOS HECHOS HISTORICOS

Jose Bonaparte Rey de España Mayo de 1808

Retirada de Napoleon de Moscu Octubre de 1812

Derrota de Jose Bonaparte en Vitoria Junio de 1813

Derrota de Napoleon en Leipzig Noviembre de 1813

Abdicacion de Napoleon en Fontainebleu Abril de 1814

Tratado de Paris Mayo 30 de 1814

Congreso de Viena Noviembre de 1814 a Abril de 1815



Tal vez vale tener en cuenta que en el Congreso de Viena la region intermedia de Rhin le fue cedida a Prusia por solicitud de los ingleses. Por haber nacido en Bonn, Beethoven se convirtio a partir de ese momento en subdito de Federico Guillermo III, y como tal se dirigio a el en la correspondencia que se cruzaron para efectos de la dedicatoria de la Novena Sinfonia a este monarca.




LA BATALLA ENTRE INGLESES, PORTUGUESES Y ESPAñOLES COMANDADOS POR EL DUQUE DE WELLINGTON CONTRA LOS FRANCESES COMANDADOS POR EL REY DE ESPAñA JOSE BONAPARTE

En mayo de 1813 Wellington amenazó la línea de retirada de los franceses y les obligó a evacuar Madrid. El rey José en vista de los movimientos del adversario, se retiró a Valladolid y de allí a Palencia y a Burgos, con el objetivo de detener a Wellington. Desgraciadamente para el rey José, los aliados habían rebasado ya sus líneas. José dispuso la concentración de todas sus tropas en la llanada Vitoria, resuElto a defenderse En la línea de Zadorra. El monarca, reunidas ya las fuerzas de Reille, Gazán y Drouet, se situó a la derecha e izquierda de la capital alavesa, apoyando su derecha en unas alturas inmediatas a esta población. Las fuerzas de los franceses eran inferiores a las de los aliados, pues solo constaba de 70.000 hombres, pero superior en caballería y artillería. El día 19 de junio entró en Vitoria. Las fuerzas aliadas que iban a trabar batalla ascendían a 83.000 hombres, de ellos 41.000 ingleses, 25.000 portugueses y los restantes españoles. Al clarear el 21 de junio se inicia la batalla y después de tenaz resistencia y de brillantes operaciones militares, retirose el ejército francés en masa, perseguido vigorosamente por el ejército aliado, lo que provocó en sus filas confusión y desorden. Más de 2.000 carros cargados de artillería, de munición o de ricas preseas, fruto de la rapiña del invasor, se aglomeran y chocan sin concierto en la huída. Cayó muerto del caballo del General Jourdan, que perdió su bastón de mando, José perdió la espada que le regaló la ciudad de Nápoles, y sólo logró salvar la vida huyendo a caballo, bajo la protección de 50 dragones, que contenían a los húsares ingleses. El desastre fue definitivo y el botín inmenso, rescatándose preciosas alhajas, objetos rarísimos de ciencias naturales y joyas arrancadas de los museos, que con las firmas de Rafael, Ticiano, Velázquez y Murillo eran llevadas a París.


Tomado de Internet del sitio: http://www.Gerona-soft.com/art-Gerona/napoleon.htm






UNA FANTASIA PARA ORQUESTA

La pieza musical es, como señala Beethoven, una Fantasía para orquesta . Se trata de La Victoria de Wellington o Sinfonía de la batalla, también conocida como La batalla de Vitoria. De Vitoria, no de la victoria, como a veces, equivocadamente se la denomina

Fue compuesta para festejar, en un momento en el que Austria se aliaba con Inglaterra contra Francia, la victoria de Wellington en Vitoria ( España) contra los franceses el 21 de junio de 1813. El compositor la escribió a petición de Johann Nepomuk Mälzel, inventor del metrónomo moderno y de varios extraños aparatos, uno de ellos llamado Panharmonikon, un mecanismo capaz de reproducir el sonido de toda una compañía de instrumentos de viento. La obra consta de dos partes, de las cuales solo la primera esta finalmente compuesta para el artefacto.

Pero el estreno, en Viena en diciembre de aquel año, se hizo en una versión únicamente para orquesta. EL éXITO FUE ROTUNDO, QUIZAS EL MAYOR OBTENIDO EN VIDA POR EL MUSICO (subrayado mio).

La obra hace escuchar, en medio de cañonazos y otros sonidos onomatopéyicos, el "Rule Britannia" ingles y el "Marlborough s'en va-en-guerre" francés, que acaban enfrentándose fragorosamente, y concluye con el "God save the King".



Tomado del libro de Arturo Reverter "Beethoven: Discografía Recomendada, Obra completa comentada", Guías Scherzo Península, 1995.