Llegó a tener 11
ermitas, hecho que se explica si se tiene en cuenta que Iekora es la heredera de un
monasterio, el de
San Miguel de Bihurko, y dos
parroquias, la de San Millan y San Esteban de Eskide que, al desaparecer y pasar a depender de la
parroquia de Iekora, traerían consigo algunas ermitas.
Hay que destacar la parroquia de San Juan Bautista, primitiva construcción
gótica que evoluciona y se transforma en renacentista.
Fuera del casco urbano de la villa se encuentra la pequeña
ermita de
Santa María de Bercijana, que tiene un
retablo barroco con una interesante imagen del Padre Eterno con Jesús en brazos, que parece inspirada en la pintura del Greco sobre este tema.
Santa María de Bercijana pertenece al grupo de las "Andra Mari".
Un lugar muy interesante es la
fuente-
lavadero extramuros; se trata de un recinto en el que se ubica una antigua fuente abovedada, probablemente de origen
medieval, y su lavadero. Este de planta rectangular, conserva la
pila de
agua labrada en
piedra.