El manantial de Urberuaga (literalmente en euskera sitio de
agua caliente) es de una importancia fundamental para la
historia y la economía de la localidad. La
tradición popular cuenta que el manantial fue descubierto sobre el año 1776 gracias a que unos niños se bañaban en pleno
invierno en las
aguas del
río Deva, en una zona donde el agua estaba templada.