Gracias Antonio. Pero el verdadero mérito es el paisaje, verdaderamente impresionante

bonito pueblo, un pueblo que llevo dentro de mi corazón. Trabajé en talleres Azpiazu, me enamoré de una vasca menuda guapa como ninguna y por cobarde me casé con otra mujer, algún día la escribiré directamente a élla, los mejores años de mi vida, dormía en casa de Teo, su marido era tornero en Azpiazu comía en el bar Chiquito, (ahí fue donde la conocí) un pueblo precioso, con buena gente, la mejor de la mejor, todavía tengo amigos en mendaro, cuando me muera quiero que entierren allí, o que esparzan ... (ver texto completo)

Hace muchos años viví en ese hermoso pueblo vasco, tengo unos recuerdos preciosos del lugar y de sus gentes, me hubiera gustado volver allí y poder disfrutar de su playa y de los pescados frescos que vendía mi vecino con su furgoneta que llevaba hasta nuestra vivienda. Un saludo a todos los lugareños.