Soy descendiente del
caserío apraiz, de
san antolin (olaldea), lo que fue una pena que ya no sé si tiene remedio es que la
ermita y el
campo que habia alrededor se lo llevó el diablo(o no). Entre la autopista, el
rio, la
carretera, el
tren, el
canal, y los talleres, la zona aquella se ha quedado bastante mal(a mi gusto). En el rio ya no hay loinas, ni barbos, ni anguilas, ni truchas en la erreka de apraiz. Seguro que habrá alguna formula de que todo eso se arregle un poco más de lo que está.
De
... (ver texto completo)