La ermita de San Pelayo desapareció por el auge del desarrollo urbanístico que sufrió Ermua en los años cincuenta. Estaba situada cerca del campo de fútbol. Las primeras referencias de libros de fábrica son de 1625, aunque fue reconstruida a finales del siglo XVII. No obstante, todo lleva a la percepción que pudo haber existido con anterioridad a la primera fecha reseñada. San Pelayo fue un joven, oriundo de Galicia, que fue hecho prisionero y trasladado a Córdoba en los tiempos de la dominación ... (ver texto completo)