La vieja
casa torre medieval, solar de los Señores de Oñaz y
Loyola, en la que nació en 1491 y posteriormente se convirtió a Dios en 1521, es el corazón y la razón de ser del
Santuario de Loiola. La mitad inferior de esta imponente casa, es de
piedra, casi ciega sin huecos; una verdadera fortaleza, edificada a finales del siglo XIV por el tatarabuelo de Iñigo, Beltran Ibañez de Loyola. La mitad superior, de ladrillo y claro estilo mudejar, con numerosas
ventanas y cuatro garitones ornamentales en los ángulos, adornados con festones de lacerias mudejares, un
palacio mas que una torre
militar. Es una reconstrucción realizada en 1460 por el abuelo de Iñigo Juan Perez de Loyola