Villafranca de Ordicia, antiguamente también llamada Villafranca de Oria o Villafranca (en euskera
Ordizia) es un municipio de la provincia de
Guipúzcoa,
País Vasco (
España).
El municipio nació en 1256 cuando el rey castellano Alfonso X el Sabio ordena su fundación en el lugar que se llamaba Ordicia. Años más tarde, en 1268, el mismo rey otorgó a la población el título de villa, ciertos privilegios como el Fuero de Vitoria y rebautizó la población con el nombre de Villafranca, para incidir en los derechos de sus pobladores.
A lo largo de la
historia han coexistido estos dos nombres; el de Villafranca que era el oficial y de uso más culto; y el de Ordicia que se mantenía en el uso popular, especialmente al hablar en euskera. En 1916 el municipio cambió su nombre oficial por el de Villafranca de Oria, debido a que la legislación vigente invitaba a añadir una muletilla a aquellos municipios que tenían poblaciones homónimas en otras partes del país. El nombre de Villafranca de Oria, no tenía sin embargo, demasiado calado popular por lo que fue cambiado en 1970 a Villafranca de Ordicia, integrando en el nombre compuesto del municipio los dos nombres tradicionales del mismo.
Finalmente, por la resolución del 4 de enero de 1982 de la Viceconsejería de Administración Local, publicada en el BOPV del 20 de enero del mismo año, se adoptó oficialmente la denominación de Ordicia, que es la de uso tradicional en euskera, adaptado a la moderna grafía del idioma.
VÍLLAFRANCA: v. con ayunt. en la prov. de Guipúzcoa, part. jud. de Tolosa (3 leg.), aud. terr. do
Burgos (31 leg.), c. g. de las Provincias Vascongadas (a Vitoria 12 leg.), dióc. de Pamplona (14 leg.). SIT. en terreno llano, aunque algo elevado, en el
camino real de
Madrid a
Francia; el CLIMA templado y saludable. El cuerpo de la v., rodeado de
murallas y con 4
puertas, se compone de 76
CASAS de buena cantería, entre las que son notables la municipal, con sus armas, en la
plaza, y los
palacios del conde de Villafuertes y del marqués de Valmediano con buena galería de pinturas, a la salida del portal para Francia: hay 1
fuente en la citada plaza, y otras en el térm.. donde existen esparcidos 18 cas. de
labranza;
escuela de niños concurrida por 76 y dotada con 2,200 rs. y
casa, y de niñas con la asignación de 1,100 r s. y casa, y asisten sobre 32; igl. parr. (la Asunción) servida por 1 vicario y 5 beneficiados, la
ermita (
San Pedro) y
cementerio bien sit. Existe ademas un
hospital, cuyo patrono es el ayunt., quien nombra un vec. para administrarlo, desde la última guerra civil carece de camas y otros efectos necesarios; socorriéndose solamente en el dia, con sus pocos fondos, algunos pobres enfermos a domicilio. El TÉRM. se estiende 1 leg. de N. á S. y 3/4 de E. á O, y confina N. Isasondo; E.
Arama y Gainza; S. Zaldivia y Lazcano, y O.
Beasain; dentro de su circunferencia hay
montes con arbolado de roble y
castaños, El TERR., aunque algo arenisco, es bueno en lo general; le baña el r. Oria,
CAMINOS: los locales, ademas de la expresada
carretera. El
CORREO se recibe de Villareal y Tolosa, todos los días. PROD.: trigo, maiz, lino,
frutas, legumbres,
hortalizas y mucha yerba de pasto; cria
ganado vacuno, lanar y de cerda;
caza de liebres y perdices;
pesca de barbos, anguilas y truchas, IND.: 4
fraguas, 1
molino harinero y las artes y oficios de primera necesidad,
COMERCIO: varias
tiendas de comestibles y otras de géneros: hay
mercado semanal los miércoles, y 1
feria el 8 de setiembre de cada año. POBL.: 171 vec., 861 alm. RIQUEZA IMP.: 104,046 reales vellón.
Es pobl. muy antigua, sit. antes donde vino a quedar solo una ermita bajo la advocación de San Bartolomé. Llamabase entonces Ordicia; y habiéndole concedido los reyes Don Alonso X y Doña Violante el fuero de Vitoria en 30 de julio de 1268 empezó a decirse Villafranca. En 1399 se le unieron varias repúblicas: hacia el año 1615 varios
pueblos de su jurisd. se hicieron exentos. Su
escudo de armas ostenta un cast. de oro con 3 almenas en
campo azul, y por
trofeo un cañón de fierro que ganara a los hechos de armas de sus vec.; con el cual se hizo salva a Felipe V en su tránsito por la v. el año 1701. Es patria del V. P. Fr. Andrés Urdaneta, gran piloto; de D. Agustín de Ayestaran y Landa obispo de
Córdoba; de D. Esteban Josef y D. Josef de Abaria é Imaz, y D. Manuel Asensio Ocariz, bien conocidos por su munificencia.
En 1835 se hallaba Villafranca bastante bien fortificada para resistir cualquiera agresión por parte de los carlistas. Sus estrechas
calles y sus altas casas, guarnecidas de un fuerte muro defendido con empalizadas, doble foso y puertas resguardadas con grandes barras de hierro, y
caballos de frisa, prometían una seguridad no dudosa a los hab. y guarnición. Esta se componía de 300 hombres, y la pobl. era el asilo de todos los liberales de las cercanías, que se hallaban en ella refugiados cuando la sitió, en 1. º de junio, el gefe carlista Zumalacárregui. En una eminencia que la domina construyeron los carlistas sus baterías, posesionándose al mismo tiempo de unas casas próximas al muro para minar desde días, a las cuales pegaron fuego los sitiados, inutilizándoles este proyecto. Entonces jugo la artillería, reduciendo a escombros algunos
edificios viejos, por cuya brecha ordenó Zumalacárregui el asalto: protegidos por la
noche, arrimaron los sitiadores con el mayor sigilo al muro sus escalas, mas fueron rechazados vigorosamente, poniéndose en vergonzosa fuga. Al siguiente dia debió repetirse el asalto con más encarnizamiento; pero se suspendió por la aproximación de tropas de la Reina, que venían al auxilio de Villafranca. Estas sufrieron una derrota en Elzaburu y en las alturas de Descarga, que les obligó a retirarse a Vergara y Bilbao, de modo que no le quedó á Villafranca esperanza alguna de socorro. Asi se lo hicieron saber los sitiadores el día 4 por medio de un parlamentario, y convencidos los sitiados de la nulidad de sus esfuerzos, no tuvieron más recurso que rendirse. Ocuparon el punto los carlistas, apoderándose de un cañón, 800 fusiles, municiones y pertrechos; demolieron las fortificaciones; desarmaron a los nacionales, a quienes respetaron, y dieron permiso a los soldados de irse a sus casas, bajo promesa de no volver a empuñar las armas contra la causa de D. Carlos.
* Diccionario Geográfico – Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz, 1848.