Junto al antiguo
campo de
fútbol, y con claras influencias parisinas, en los años del desarrollismo se construyó este más que discutible rascacielos -el más alto de
San Sebastián-. Hay quien ve en él una forma de
columna o de
colmena gigante; lo que es indudable es que hoy ya es parte insustituible del
paisaje urbano de San Sebastián/Donostia.