Superada la de tirar la
cabra por el
campanario, para el dia de antes de
San Miguel de la Kuneta, los mozos sausqueteros construyen un pequeño campanario de
piedras, y poniendo a una cabra inmovilizada bajo el, acto seguido, la derriban sobre el cuerpo de la cabra (tranquilos, sobrevive, y luego nos la comemos)