La
iglesia parroquial de
San Pedro es un imponente
edificio con aspecto de fortaleza de 30 metros de longitud y 14,7 metros de anchura levantado en una pequeña colina. Se construyó tras la fundación de la villa en 1347 y ha estado ligada al antiguo
monasterio de
Santa María. Es de estilo
gótico de una sola nave, tiene algunas gárgolas que rompen dureza de la
fachada junto a la
torre cuadrada que se alza al oeste del edificio y forma el acceso principal del templo.
En el mobiliario destaca el
retablo romanista de finales del siglo XVI de Juan de Antxieta. En la
parroquia de San Pedro se guardan las imágenes de la
Virgen del nicho izquierdo y el
Cristo Quintín de Torre.