Os recomiendo subir a la ermita de San Telmo y de allí mirar el mar cantábrico. Os puedo asegurar que algún ateo, ha llegado a creer que se encontraba en el cielo. Me encanta este pueblo voy varias veces al año y siempre me lo he pasado estupendamente, y la gente ha sido maravillosa. Lo mejor las fiestas de San Telmo, o las repeticiones. Le recomiendo a todo el mundo que desee un poco de tranquilidad que vaya porque es estupendo.