En esta Aldea Foral se encuentra el
Museo de Las Encartaciones, sito en la
Casa de Juntas, cuyos orígenes se remontan al s. XIV, del s. XVII data su
escudo “el único y legítimo de Bizkaia” según Labayru, escudo correspondiente al existente en la
fachada, procedente de una renovación del antiguo
caserío entre 1623-35.
Avellaneda
Casa de Juntas
Las primeras noticias de que disponemos (siglo XIV) no indican la existencia de un
edificio por lo que las
reuniones debían de celebrarse en algún descampado.
El primer edificio se levantó a principios del siglo XVI, en 1592 se iniciaron las obras de la Nueva Casa de Juntas. El edificio dejó de usarse en 1806, al suprimirse las Juntas Generales Encartadas, lo que provocó su
ruina progresiva a lo largo del siglo XIX.
Era en la Casa de Juntas de Abellaneda donde antiguamente hasta principios del XIX se celebraban las Juntas Generales Encartadas, por este motivo constituye uno de los
edificios más representativos de la comarca. Esta Junta representaba el más alto organismo de gobierno cuyas competencias eran: administrar justicia, gobierno y defender el Fuero Encartado.
Sede de la Casa Juntera de la Merindad en la que vivía el teniente Corregidor de Las Encartaciones de Bizkaia. A la
sombra del Roble de las libertades Encartadas, símbolo de la Ley Consuetudinaria o de libre albedrío y del Fuero de 1394.
Audiencia, Cárcel,
Torre fuerte con Merino y Alcalde, relicario del alma Encartada, dónde se juzgaban en primera instancia y se decidían asuntos civiles y
militares, hoy Museo de Las Encartaciones.
Estos edificios se mantuvieron sin muchos cambios hasta el fin de la etapa foral, pero abolidos sus fueros y perdida su función administrativa la Casa de Juntas de Avellaneda conoció un largo periodo de abandono, hasta que ya en el siglo XX fue remodelada y reconvertida en una torre de aspecto
medieval, en el que se instaló un Museo comarcal en 1.933.
Durante el siglo XX la Diputación decide intervenir en la restauración del conjunto de la Abellaneda, acometida en diferentes fases siendo la más notable la realizada por Eugenio María de Aguinaga, añadiendo otro piso, abriendo vanos románicos y
ventanales de aspecto clasicista rematando el edificio con almenas dando lugar a una torre que se ha erigido como símbolo de Las Encartaciones.
En 1989 se realizó otra reforma con el fin de ampliar el museo, es una construcción de rasgos modernos que supone una ruptura arquitectónica con todos los edificios anteriores.
En 1.992, tras la recuperación del edificio por parte de las Juntas Generales de Bizkaia, se emprendió una intensa reforma del mismo. En 1.994 se volvía a inaugurar el Museo de Las Encartaciones.
En la actualidad el Museo de Las Encartaciones recrea en sus diez salas la vida e
historia de la comarca y de sus habitantes mediante piezas originales, reproducciones, maquetas, planos y
fotografías mostrando temas como el mundo prehistórico, la romanización, la Fundación de villas, las guerras banderizas, la sociedad rural tradicional entre otros. El museo realiza diversas actividades:
Investigación de la cultura encartada.