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NI LOS HORNOS DE BARACALDO
Estos calores llegados
por las tierras Vascongadas,
parecen dejar dañados
a personas bien cuidadas.
Recordamos los calores
que los hornos fueron dando,
hoy se notaron sudores
de algún tiempo trabajando.
Calores que dejan huellas,
calores que van marcando,
dicen que son las estrellas
que se siguen calentando.
Baracaldo de pasiones
entre calores llegados,
hoy no valen negaciones
si ves sudores pagados.
El Cantábrico notando
los calores del verano,
sus hornos fueron dejando
aquel calor inhumano.
La Ría nota calores,
sus aguas van calentando,
dicen los trabajadores
que marchan bien respirando.
Estas tardes horrorosas
cuando el Sol viene quemando,
se ven brisas no gozosas
que pueden llegar dañando.
Baracaldo resistiendo
con su valor bien ganado,
estos tiempos van fingiendo
tener el calor cercado.
Corazones inmigrantes
en sus hornos trabajando,
entre sudores constantes
fueron con fuerza luchando.
G X Cantalapiedra.
30 – 7 – 2020.
Estos calores llegados
por las tierras Vascongadas,
parecen dejar dañados
a personas bien cuidadas.
Recordamos los calores
que los hornos fueron dando,
hoy se notaron sudores
de algún tiempo trabajando.
Calores que dejan huellas,
calores que van marcando,
dicen que son las estrellas
que se siguen calentando.
Baracaldo de pasiones
entre calores llegados,
hoy no valen negaciones
si ves sudores pagados.
El Cantábrico notando
los calores del verano,
sus hornos fueron dejando
aquel calor inhumano.
La Ría nota calores,
sus aguas van calentando,
dicen los trabajadores
que marchan bien respirando.
Estas tardes horrorosas
cuando el Sol viene quemando,
se ven brisas no gozosas
que pueden llegar dañando.
Baracaldo resistiendo
con su valor bien ganado,
estos tiempos van fingiendo
tener el calor cercado.
Corazones inmigrantes
en sus hornos trabajando,
entre sudores constantes
fueron con fuerza luchando.
G X Cantalapiedra.
30 – 7 – 2020.