LOS CAMINOS QUE LLEVAN A VASCONGADAS
Cuando pisas los caminos
que llevan a Vascongadas,
entiendes vivir los signos
de algunas encrucijadas.
Fueron muchos los destinos
que en las frías madrugadas,
sin querer ser adivinos
buscaron ganar jornadas.
Baracaldo de destino
entre las dulces miradas,
a veces hilar muy fino
daba metas encantadas.
Hornos que dejaron huellas,
pasiones encandiladas,
miradas a las estrellas
en algunas alboradas.
Cuando los ojos relucen,
si es que sufren las miradas,
aquel Hospital de Cruces
fueron señas recordadas.
Las palabras se reducen,
en las frases marginadas,
dicen que mucho se lucen
entre culturas variadas.
Baracaldo fue posada,
de muchos seres humanos,
que dejaron su andanada
mientras sudaban sus manos.
Castellanos de paciencia,
que buscaron esperanzas,
gallegos de competencia
soñadores de templanzas.
Extremeños con esfuerzo,
gentes duras trabajadas,
Vascongadas es el lienzo
de muchas sendas marcadas.
G X Cantalapiedra.
19 – 9 – 2020.
Cuando pisas los caminos
que llevan a Vascongadas,
entiendes vivir los signos
de algunas encrucijadas.
Fueron muchos los destinos
que en las frías madrugadas,
sin querer ser adivinos
buscaron ganar jornadas.
Baracaldo de destino
entre las dulces miradas,
a veces hilar muy fino
daba metas encantadas.
Hornos que dejaron huellas,
pasiones encandiladas,
miradas a las estrellas
en algunas alboradas.
Cuando los ojos relucen,
si es que sufren las miradas,
aquel Hospital de Cruces
fueron señas recordadas.
Las palabras se reducen,
en las frases marginadas,
dicen que mucho se lucen
entre culturas variadas.
Baracaldo fue posada,
de muchos seres humanos,
que dejaron su andanada
mientras sudaban sus manos.
Castellanos de paciencia,
que buscaron esperanzas,
gallegos de competencia
soñadores de templanzas.
Extremeños con esfuerzo,
gentes duras trabajadas,
Vascongadas es el lienzo
de muchas sendas marcadas.
G X Cantalapiedra.
19 – 9 – 2020.