RECORDANDO A BARACALDO
Hace ahora cincuenta años
que yo pise Baracaldo,
ya se subieron peldaños
y alguno cambio su saldo.
Con sus grandes chimeneas
y su ría de colores,
que resultaban muy feas
para sus trabajadores.
Baracaldo fue testigo
de muchas inmigraciones,
allí se aprecia al amigo
que sabe tener razones.
En el Puente Simón Drogas
con La Ría de testigo,
las brisas dejaron lomas
que nunca fueron castigo.
Una ciudad con semblante
que marcó las soledades,
donde supo el inmigrante
de sus bonitas verdades.
Con las esperanzas vivas
se rompieron los complejos,
las gentes que se motivan
a nada lo sienten lejos.
Baracaldo de pasiones
para muchos inmigrantes,
que supieron las razones
de buscar sueldos constantes
Hoy mirando aquel pasado
con sus fatigas y duelos,
comprendo lo que ha marcado
y lo que fueron consuelos.
Baracaldo fue la magia
para muchos emigrantes,
hoy solo vemos nostalgia
en muchos de los instantes.
G X Cantalapiedra.
Hace ahora cincuenta años
que yo pise Baracaldo,
ya se subieron peldaños
y alguno cambio su saldo.
Con sus grandes chimeneas
y su ría de colores,
que resultaban muy feas
para sus trabajadores.
Baracaldo fue testigo
de muchas inmigraciones,
allí se aprecia al amigo
que sabe tener razones.
En el Puente Simón Drogas
con La Ría de testigo,
las brisas dejaron lomas
que nunca fueron castigo.
Una ciudad con semblante
que marcó las soledades,
donde supo el inmigrante
de sus bonitas verdades.
Con las esperanzas vivas
se rompieron los complejos,
las gentes que se motivan
a nada lo sienten lejos.
Baracaldo de pasiones
para muchos inmigrantes,
que supieron las razones
de buscar sueldos constantes
Hoy mirando aquel pasado
con sus fatigas y duelos,
comprendo lo que ha marcado
y lo que fueron consuelos.
Baracaldo fue la magia
para muchos emigrantes,
hoy solo vemos nostalgia
en muchos de los instantes.
G X Cantalapiedra.