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BARAKALDO: RECUERDOS DE MI NIÑEZ...

RECUERDOS DE MI NIÑEZ
Cartas iban y venían de las tierras Vascongadas, Cartas que muchas decían las penas que se pasaban. Baracaldo de testigo, ciudad que llevo muy dentro, en aquel ambiente sigo y hoy me parece ser centro. Me hablaban de duros trances en el Hospital de Cruces, y sufriendo los enlaces miramos sufriendo luces. Cuantas noticias llegaban, cuantos sueños en distancia, cuando los vientos plegaban no valía la ignorancia. Recuerdos de la niñez que te dejaban marcado, cuantas cartas del ayer al corazón le dañaban. Quiero olvidar sufrimientos, que de por vida nos marcan, son muchos los sentimientos que con el tiempo se aparcan. Baracaldo de ilusiones, entre grandes chimeneas, eran muchas las razones que hoy de lejos se cimbrean. Cuando pasan tantos años hay frases que no te enredan, ni quieres saber los daños que con el tiempo se ciegan. Baracaldo fue posada y lugar de soledades, su Ría la vi quemada y nos dejaba verdades. Fundiciones que marcaron los corazones sencillos, chimeneas que soltaban fuegos que daban sus brillos. Aquellos años de entonces parecen tener olvidos, solo recuerdo las voces de los obreros sentidos. Si quieres oler a hierro tendrás que ir a Bilbao, y visitar Baracaldo Portugalete y Sestao. Eco que llevas metid. o en el corazón sintiendo, nadie dice estar perdido, aunque no le quede aliento. Baracaldo de lecciones para muchos inmigrantes, corazones que afligidos siguieron siempre adelante. Baracaldo te recuerdo con tus grandes chimeneas, hoy que quisiera estar cuerdo quisiera ver hierbas negras. G X Cantalapiedra