
CUANDO PISAS EN EL NORTE DE ESPAÑA
Ya hace años que lo vengo comprobando, no es lo mismo la temperatura en diferentes lugares, aunque el termómetro marque los mismos grados, sobre todo cuando se vive en las tierras de Castilla, ósea también La Mancha, tierras secas y polvorientas, como nos dejó escrito Don Antonio Machado, que cuando caminas entre las rías de Galicia o bordeando la Ría del Nervión en Barakaldo, la temperatura pueden ser los mismos grados, pero el frío te penetra de una forma diferente, el cuerpo nota esa humedad del ambiente, y aunque no corra el viento, el cuerpo si siente esa clase de humedad que no se percibe a la vista, pero cuando miras alrededor, viendo esas montañas que nos rodean, te das cuenta que casi siempre están entre nubes que las cubren sus cimas, Incluso las rías tienen tanto agua como si fueran trozos de mar que se introducen en la tierra, y esa cantidad de agua del Mar Cantábrico que enfría todo a su alrededor, penetrando en las tierras de la costa, para dejar sus mareas frías sin que llegue a helar sobre ese terreno todo verde, incluso el Sol a veces te tiras varios días sin poderle ver, En verano es fabuloso el poder disfrutar de esas temperaturas que te quitan el calor mesetario del Centro de la Península, pero en invierno resulta que aunque no haya heladas si sufres esas humedades que se meten en nuestro cuerpo sin darte cuenta, aunque en las horas centrales del día no se nota tanto. Las viviendas están preparadas para llevar estas épocas del años sin demasiado problemas, incluso los restaurantes y cafeterías son locales donde no sientes ningún frío en la mayoría de ellos, incluso las lluvias siguen siendo frecuentes, para dejar regados esos montes que rodean esas poblaciones tan conocidas. Cada lugar de la Península tiene sus pros y sus contras, aunque hay que reconocer que algunas montañas son preciosas viéndolas desde no muy lejos. G X Cantalapiedra.
Ya hace años que lo vengo comprobando, no es lo mismo la temperatura en diferentes lugares, aunque el termómetro marque los mismos grados, sobre todo cuando se vive en las tierras de Castilla, ósea también La Mancha, tierras secas y polvorientas, como nos dejó escrito Don Antonio Machado, que cuando caminas entre las rías de Galicia o bordeando la Ría del Nervión en Barakaldo, la temperatura pueden ser los mismos grados, pero el frío te penetra de una forma diferente, el cuerpo nota esa humedad del ambiente, y aunque no corra el viento, el cuerpo si siente esa clase de humedad que no se percibe a la vista, pero cuando miras alrededor, viendo esas montañas que nos rodean, te das cuenta que casi siempre están entre nubes que las cubren sus cimas, Incluso las rías tienen tanto agua como si fueran trozos de mar que se introducen en la tierra, y esa cantidad de agua del Mar Cantábrico que enfría todo a su alrededor, penetrando en las tierras de la costa, para dejar sus mareas frías sin que llegue a helar sobre ese terreno todo verde, incluso el Sol a veces te tiras varios días sin poderle ver, En verano es fabuloso el poder disfrutar de esas temperaturas que te quitan el calor mesetario del Centro de la Península, pero en invierno resulta que aunque no haya heladas si sufres esas humedades que se meten en nuestro cuerpo sin darte cuenta, aunque en las horas centrales del día no se nota tanto. Las viviendas están preparadas para llevar estas épocas del años sin demasiado problemas, incluso los restaurantes y cafeterías son locales donde no sientes ningún frío en la mayoría de ellos, incluso las lluvias siguen siendo frecuentes, para dejar regados esos montes que rodean esas poblaciones tan conocidas. Cada lugar de la Península tiene sus pros y sus contras, aunque hay que reconocer que algunas montañas son preciosas viéndolas desde no muy lejos. G X Cantalapiedra.