proviene de dos términos en euskera, “gaztelu” (
castillo) y “gaitz” (difícil o terrible), es decir, literalmente significa “castillo peligroso”. La leyenda cuenta que en la
ermita, situada en el punto más alto de la isla, hay una
campana que si se toca tres veces ahuyenta los malos espíritus. Subir los 241 escalones que separan la costa de la
capilla no es tarea fácil, pero una vez que se llega arriba y se contemplan las vistas, uno siente que el esfuerzo ha merecido la pena. Sobre todo, si el momento coincide con la
puesta de sol.