Acuarela colorística de un entorno urbano de Bilbao donde la seguridad del trazo del pintor llama poderosamente la atención. El kiosko y los árboles otoñales configuran el primer plano, pero a través de ellos en un segundo plano el teatro Arriaga alza su silueta esbelta. El cuadro cobra vida al poner mucha gente paseando por el Arenal. Excelente
composición pictórica y realización en grises verdosos muy acordes con la estación otoñal. Bravo por el pintor Alberto Rodrigo.
composición pictórica y realización en grises verdosos muy acordes con la estación otoñal. Bravo por el pintor Alberto Rodrigo.