ANéCDOTAa: ésta figura ermuarra guarda una diferencia con las creadas en el resto del mundo ya que el símbolo del martirio es una rama de palma, pero la de
San Pelayo se rompió cuando la figura fue trasladada por primera vez a su
capilla en 1968. En aquel momento alguien confundió la rama con una pluma y colocó en su mano derecha una pluma blanca de gran tamaño. Se ha decidido mantener esta pequeña anécdota, aunque se ha colocado una nueva pluma de abutarda traida desde
Valladolid.