Mi padre nombrado FRANCISCO ELIZONDO RANERO era oriundo de Carranza, calle Las Calizas, emigró a Cuba en la década del 20, falleció en el año 1947 no conozco la familia paterna aunque sea lejana, por lo que quisiera que si alguna persona conoce algún familiar de dicha familia, por favor contacte conmigo, lo cual me daría mucho gusto.
Soy médico especialista y resido en Cuidad de la Habana, me nombro FRANCISCO MANUEL ELIZONDO GODOY
Soy médico especialista y resido en Cuidad de la Habana, me nombro FRANCISCO MANUEL ELIZONDO GODOY
Lo que viene a continuación es un mensaje que acabo de dejar en el foro de Cerreda Santiago (Provincia de Orense), y cuyo contenido, Francisco Manuel Elizondo Godoy, tal vez te interese:
He aquí, Luis Carro Santamarina, lo que he podido averiguar en relación con lo que preguntas.
Francisca Elizondo se casó en Cuba con Alejandro Álvarez Campos, natural de Santiago de Cerreda, y tuvieron dos hijas: María y Mercedes. Alejandro fue el primer marido de Francisca. A la muerte de Alejandro, Francisca se casó con Claudio, y las hijas vinieron a parar a Cerreda, donde fueron criadas por una tía paterna (conocida por “tía Guilgoria”; me imagino que su nombre propio sería Gregoria, o algo así).
Cuando enviudó por segunda vez, Francisca vino a Cerreda, pero no a vivir con una hermana, sino con sus hijas.
Esto es todo cuanto sé.
Me imagino que podrás averiguar más si te pones en contacto con los descendientes de María y Mercedes. En este foro hay al menos dos:
Jesús Ramos (Ito), hijo de María, y Antonio Ramos, nieto de Mercedes.
Un saludo.
P. D. Sospecho, Luis, que si Francisca te dijo que venía a Cerreda a vivir con una hermana, ocultándote así la existencia de sus dos hijas, fue porque no estaba muy orgullosa de su comportamiento con ellas después de la muerte de su padre. Esto último son sólo especulaciones mías, pero no deja de darle a la cuestión un cierto aire de misterio, e incluso un tufillo romántico, que la hace interesante. A mí al menos me gustaría saber más sobre lo verdaderamente ocurrido. Además de lo que ya te dije, sé que Alejandro y Francisca tenían un circo en Cuba (no puedo asegurar que fuese de su propiedad, pero ellos, o al menos Alejandro, tenía un número con perros amaestrados), y su posición económica debía ser bastante buena. De hecho, cuando Francisca vino a Cerreda, se trajo sus muebles, y algunos (o quizá todos) eran de nogal, cosa poco menos que nunca vista en este pueblo en aquella época.
Otro saludo.
(Antonio García Rodicio, a. rodicio@yahoo. es)
He aquí, Luis Carro Santamarina, lo que he podido averiguar en relación con lo que preguntas.
Francisca Elizondo se casó en Cuba con Alejandro Álvarez Campos, natural de Santiago de Cerreda, y tuvieron dos hijas: María y Mercedes. Alejandro fue el primer marido de Francisca. A la muerte de Alejandro, Francisca se casó con Claudio, y las hijas vinieron a parar a Cerreda, donde fueron criadas por una tía paterna (conocida por “tía Guilgoria”; me imagino que su nombre propio sería Gregoria, o algo así).
Cuando enviudó por segunda vez, Francisca vino a Cerreda, pero no a vivir con una hermana, sino con sus hijas.
Esto es todo cuanto sé.
Me imagino que podrás averiguar más si te pones en contacto con los descendientes de María y Mercedes. En este foro hay al menos dos:
Jesús Ramos (Ito), hijo de María, y Antonio Ramos, nieto de Mercedes.
Un saludo.
P. D. Sospecho, Luis, que si Francisca te dijo que venía a Cerreda a vivir con una hermana, ocultándote así la existencia de sus dos hijas, fue porque no estaba muy orgullosa de su comportamiento con ellas después de la muerte de su padre. Esto último son sólo especulaciones mías, pero no deja de darle a la cuestión un cierto aire de misterio, e incluso un tufillo romántico, que la hace interesante. A mí al menos me gustaría saber más sobre lo verdaderamente ocurrido. Además de lo que ya te dije, sé que Alejandro y Francisca tenían un circo en Cuba (no puedo asegurar que fuese de su propiedad, pero ellos, o al menos Alejandro, tenía un número con perros amaestrados), y su posición económica debía ser bastante buena. De hecho, cuando Francisca vino a Cerreda, se trajo sus muebles, y algunos (o quizá todos) eran de nogal, cosa poco menos que nunca vista en este pueblo en aquella época.
Otro saludo.
(Antonio García Rodicio, a. rodicio@yahoo. es)