Somos dos vecinas orduñesas, dos diferentes generaciones, pero aunque hay unos cuantos años de diferencia, las dos tenemos algo en común:
ORDUñA. No solo es la gente, también son los
paisajes, el ambiente, ... Lo es todo. La mayor de nosotras tres vino con 12 años a pasar una semana en esta increible ciudad, y por el encanto que esta le entregó, se quedó aquí toda la vida. A si que, todos aquellos que no hayais venido, venir, porque no os arrepentireis.