Amurrio es un pueblo que respira por sus poros paz, tolerancia y ganas de avanzar hacia un totalitarismos justo e igualitario. Mientras haya viviendo en Amurrio gente como Manuel Abascal, habrá gran esperanza de entendimiento entre todos los habitantes de ese noble pueblo. La gente de Amurrio son inteligentes y no caeran en la demagogia ni en la desintegración colectiva, y evidentemente son totalmente consecuentes. Ellos observan las cosas desde un plano objetivo. ¡Viva amurrio y su gente!