Es uno de los elementos emblemáticos de la villa.
Puente de
piedra que ha sufrido al menos tres o cuatro reconstrucciones (la última en 1961). Antiguamente, tanto los
barcos que remontaban el
río pasando bajo este puente, como los propietarios de animales que lo cruzaban, estaban obligados a pagar una tasa a la villa, poseedora del derecho de explotación.