Como estamos en este mes de nuestros fieles difuntos. No estaría mal que tuvíeramos un punto de reflexión y meditar sobre la muerte. Yo creo que la muerte, para la mayoría de las religiones no es más que un tránsito sostenible.
El hombre digámoslo así nunca ha buscado solución a la muerte " jamás se ha hablado de la muerte como un problema" Para que exista un problema debe haber una solución y la muerte no la tiene. La Humanidad desde los albores de la creación ha perseguido con ahínco el prolongar la vida del hombre.
Se ha investigado en todos los campos, para lograr que el hombre viva el mayor numero de años. Y en esté sentido la ciencia ha logrado avanzar algunos frentes no podemos negarlo. Ejemplo la mortalidad infantil principalmente en siglos pasados, el hombre tubiese desde que nace una media previsible de vida de 25 a 30 años. Actualmente se están superando los 90. Esto nos dice que el mundo esta envejeciendo. Cada día son más numerosos los viejos que lo pueblan, cosa para mí verdaderamente satisfactoria, pero que enjendra unos problemas de gran calado en lo social. Los problemas inherentes al anciano.
Estos problemas inherentes están resueltos a medias o parte de ellos, diría que por parte de todos.
La sociedad moderna trata de encauzarlos y allarles una solución adecuada. Vía falta de geriatras, sin embargo todos conocemos el gran número de pediatras o especialistas en niños.
Lo cual quiere decir que la primera batalla se ha dado en la infancia para asegurar al máximo su supervivencia.
Aquí quería llegar una de las cuestiones palpitantes en la distinta mortalidad existente entre los hombres y las mujeres. Se habla mucho y de todo del xeso débil, en un sentido fisico, estricto y limitado. Aqui lo dejo otro día más.
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