4. Igualdad. La igualdad entre hombres y mujeres se aborda en todos los textos. Algaida plantea situaciones concretas relacionadas con el machismo y la discriminación. "La desigualdad ha sido justificada por pensadores, políticos y científicos, así como por distintas religiones, y sancionada por leyes que consideraban a las mujeres inferiores a los hombres", dice el libro de Santillana, que incide también en el "doble horario" de las mujeres que trabajan fuera y, solas, dentro del hogar.
Los textos repasan la lucha por el derecho al voto femenino, y el camino por recorrer, que SM resume en la explotación sexual, la violencia de género o la feminización de la pobreza, entre otros. Bruño hace un repaso histórico de la lucha las mujeres por la igualdad.
5. Derechos humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos está en todos los textos. "Son un conjunto de derechos básicos que toda persona tiene por el hecho de ser persona". Existe "el derecho a la vida, la libertad y la seguridad[...]" (Ediciones Del Serbal).
6. Globalización y democracia. Otros temas centrales de los libros de texto. El consumo responsable, la guerra, la pobreza, la ayuda al desarrollo, el voluntariado, el funcionamiento de las instituciones democráticas, la participación en la vida pública o la seguridad vial. "La democracia es el peor de los regímenes a excepción de todos los otros que se han probado (Winston Churchill)", cita Ediciones del Serbal
También plantean los textos los problemas y beneficios de un mundo globalizado, el cambio climático y la necesidad de un desarrollo sostenible. "Sin duda, en la globalización pueden encontrarse aspectos positivos y negativos. Este fenómeno se ha comparado al fuego, que puede destruir bosques pero también puede calentarnos y fundir metales para fabricar herramientas" (Bruño).
Las críticas a la asignatura
Quizá la más expresiva es la que pronunció en abril del 2007 monseñor Antonio Cañizares, hasta hace poco 'número dos' de la curia española y arzobispo de Toledo, y actualmente llamado a Roma para un alto cargo Vaticano: la asignatura de Educación para la Ciudadanía "llevaría hacía el totalitarismo" ya que "no enseña a ser buenos sino a portarse bien", lo que conduciría a la sociedad española a "una cuesta abajo hacia un régimen totalitario". En definitiva, "la asignatura de Educación para la Ciudadanía es incompatible con la identidad propia de las escuelas católicas". "Un colegio católico dejaría de serlo si aplicara esta asignatura", concluyó.
La Conferencia Episcopal, en junio de 2006, hizo un llamamiento a utilizar todos los "medios legítimos" para oponerse a la implantación de la asignatura. En aquella ocasión, los obispos acusaron al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de apropiarse de "un papel de educador moral que no es propio de un estado democrático de derecho" y consideran que todos los alumnos "católicos o no" quedan afectados en sus derechos al estar obligados a cursar la asignatura.
Tras señalar la "creciente y comprensible preocupación" de los padres por esta asignatura y las "muchas dudas" planteadas acerca del modo adecuado de responder a "tal desafío", la Conferencia consideraba que los medios concretos de actuación contra esta "inaceptable" asignatura son "diversos".
Además, exponía las supuestas "dificultades" de los centros educativos: a los católicos, por verse "obligados" a introducir una materia que "no resulta coherente con su ideario", y a los estatales, "perdiendo su obligada neutralidad ideológica".
Algunas defensas relevantes
La campaña de prensa a favor de la asignatura ha sido asimismo intensa y muy sustanciosa. Probablemente, las tomas de posición más convicentes y sólidas han sido las de José Antonio Marina y Fernando Savater.
Creo que es una ley positiva y progresista. Como siempre en contra tiene a la gente carca, educada en el "requetismo nacional". Quien quiera educar a sus hijos inculcándoles valores religiosos católicos, dispone de la familia, las comunidades catecumenales, los colegios religiosos, etc.. No olviden que el estado es laico, aconfesional. No seamos tan gazmoños. Estamos asistiendo a guerras, sida, fraudes económicos, insolidaridad, violencia en las escuelas, embarazos no deseados ¿No creen los señores católicos (yo soy cristiano) que necesitamos una educación cívica, ya que desgraciadamente la familia no cubre este aspecto fundamental.
FUENTE ECODIARIO 28/01/2009
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