Alberto Rodrigo como pintor de cuadros rurales nos enseña a contemplar la verdadera dimensión estética y psicológica de sus cuadros.
Aquí se trata simplemente de una callejuela solitaria con pequeñas casas sobre las que se asoman muy pocas ventanas.
Son ventanas que no se adornan con cortinas ni floreros, que apenas tienen vida
interior porque sus habitaciones están todo el día en el campo.
Como colofón un gran árbol descarnado de hojas extiende hacia el cielo sus ramas sobre las que se ... (ver texto completo)
Aquí se trata simplemente de una callejuela solitaria con pequeñas casas sobre las que se asoman muy pocas ventanas.
Son ventanas que no se adornan con cortinas ni floreros, que apenas tienen vida
interior porque sus habitaciones están todo el día en el campo.
Como colofón un gran árbol descarnado de hojas extiende hacia el cielo sus ramas sobre las que se ... (ver texto completo)