Ayer mi marido y yo comprobamos de primera mano, como la vida se desvanece en décimas de segundo, como el mañana no tocará un dia de nuevo a tu puerta, como se apaga el telón de tu día a día. La tristeza, rabia e impotencia te acoge en tu mesa camilla y levantarte para recuperar tu vida parece no encontrar momento. Yo y marido salimos hacía delante hace más de 5 años y nos propusimos quemar los días pasados y afrontar el nuevo día como si fuese el último. Pusimos en una lista todo lo que debíamos ... (ver texto completo)