Pasé 5 años en
Salamanca y sigo enamorado de esta ciudad. Es una auténtica preciosidad. Siempre que vuelvo a
España (vivo en Londres), me paso por Salamanca a ver a mis
amigos, salir por ahí, darnos una vuelta por la
Plaza Mayor, Anaya, etc y disfrutar de las magníficas vistas y el ambiente que se respira en las
calles. Qué suerte tenéis los que vivís allí.