Supongo que todos hemos sentido alguna vez esa extraña sensación de culpabilidad. Pues yo la sentí ayer al enterarme de la muerte de Antonio. Conozco a Antonio desde que, de pequeño, nos llevaba a Hornachos a jugar al fútbol sala. Siempre tuvimos una relación muy cordial, es más, si lo pienso detenidamente, mis sentimientos hacia él eran de cariño. Luego llegó lo de la Alcaldía y algunas discrepancias con él. En verdad nada serio. Tonterías. Pero ahora sientes que has puesto un granito de arena en ... (ver texto completo)