PRINCIPIO DE LA TRANSPOSICIÓN. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. (GOEBBELS, ministro de propaganda nazi)
Es digno de reseña, cómo sigue al píe de la letra nuestro Cangrejo Rojo Americano con cualquiera de sus apéndices, todos los principios que puso en marcha el susodicho nazi para obtener y después mantener un poder basado en una patraña que, después, devino en un orgía de sangre que llevó a Europa y otras partes del orbe a la hecatombe más deleznable en que se ha visto sumida la humanidad.
Pensaba, hoy, domingo 6 de febrero, día radiante, luminoso, con una temperatura más que agradable desde donde escribo, sugerir a todos los que, CAMALEONES O NO, entramos en este foro de La Plaza Grande, que pasáramos de este bichejo inmundo y carroñero que está acabando con los exquisitos cangrejos autóctonos; pero al leer lo escrito sobre las personas rencorosas, se me han venido abajo todos los palos de mi sombrajo porque, hay que tener una desfachatez rayana en la estulticia, para que alguien que, desde que escribe aquí, se ha dedicado día tras día, hora a hora, metódicamente, a denigrar, insultar, vilipendiar, levantar falsos testimonios y atribuir maldades sin fin e, incluso hacer burla, befa y mofa, sobre los posibles defectos o malformación física de una persona que, a juzgar por su silencio ante tantos improperios maliciosos y denigratorios vociferados tras la mampara protectora de lo que en principio era solo un seudónimo y que, después ha ido pariendo clones, debe ser, por lo menos, mil veces más inteligente que este pardillo de género ambiguo, presumido hasta el aburrimiento, torpe en sus exposiciones y, guiado única y exclusivamente por un odio maligno producto quizá, de alguna vieja rencilla en la quedó como un trapajo tirado por los suelos. En fin, un ser envidioso y traumatizado que, probablemente, hace esto porque carece de uebos para decirlo frente a frente.
Posiblemente, ese ser denigrado, está en una formación política contraria a este nuestro cangrejo, debe estarlo. Yo también lo estoy y, si no lo estuviera, tendría que estar a la fuerza porque, de todas las reyertas políticas que he visto, nunca hasta ahora, había visto tanta bajeza moral..
Decía, que es una curiosidad de laboratorio, ver, cómo se cumple aquí a rajatabla lo enunciado en el parrafito de marras (echar la culpa al otro, de todo, mientras mas malo sea, mejor, culparle hasta de las propias carencia y cualidades humanas y morales porque, leyendo cada uno de estos enunciados que se pretende atribuir al otro, uno cualquiera, hasta yo mismo, enseguida se da cuenta habiendo leído lo que lleva hasta aquí escrito el “bichejo en cuestión”, que le cuadran como anillo al dedo:
Lean, lean y juzguen:
1-El rencor es como un pozo sin fondo, cuanto más rencor almacenas, más profundo y negro se hace el pozo
2 Alimenta el rencor y darás de comer a un monstruo; cuando haya crecido lo suficiente te devorará ati mismo.
3-Quien se entrega al rencor se confunde tanto con el, que ya no podrá saber quien es.
4- Si toda la energia que empleas en alimentar al rencor, la emplearas en amar, harias felices a los demás y lo serias tu también.
5- Una cosa es sentirse herido por un agravio y otra distinta es querer producir el mismo dolor que sentimos a quien nos agravió. Lo primero es humano, lo segundo destruye lo humano en nosotros y nos vuelve rencoroso.
6-El rencor no es un recurso del ser, sino del ego herido en su egolatría-
7- La vida ya es demasiado corta en si misma para malgastarla con el rencor; deshacerse de el equivale a alargarla.
8- Un corazon rencoroso es un corazon pequeño, una mente teñida de rencor es una mente necia.
9-Ser rencoroso es negarse a la vida porque, el rencor es como la muerte: negro y abismal.
10-Amar y guardar rencor son dos acciones incompatibles y excluyentes entre sí: Amar es estar vivo, engrandecer la vida, hacerse uno con la vida. Guardar rencor es secarse.
Pero bueno, es lo que hay, a fin de cuentas:
LO DE LA CEGUERA, YA NO TIENE REMEDIO
La envidia es un fenómeno psicológico muy común que hace sufrir enormemente a muchas personas, tanto a los propios envidiosos como a sus víctimas. Cuanto más débil o insatisfecha es una persona, tanto más envidiará a la gente que posea lo que a ella le falta. La envidia sólo se cura concienciando y resolviendo las propias carencias y facultades, a través de un proceso de crecimiento emocional. La persona madura no envidia a nadie. Además, causa impotencia, ceguera y a los OXNIs, se les arruga el pellejo y se tienen que ir al oscuro exoplaneta del que proceden, a que les hagan una reparación. Claro que, sus creadores, últimamente los fabrican de esos de usar y tirar y además, hasta que no se invente una técnica nueva, son irreciclables.
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