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Mensajes enviados por jesus caballero:

Tarancón faro de Cuenca,
de esa Castilla olvidada,
la que jamás puso en venta
su gran historia pasada.

Desde lejos se divisa
como una villa encantada,
y recordamos su brisa
en la noche iluminada.
... (ver texto completo)
Paraelhermoso poema de G Cantalapiedra. Bonito, sentido y tan sacado de dentro que no tengo mas comentarios. Enhorabuena.
En inmensa bacanal
danzan blusones manchados
en vino tinto, mojados,
sin pensar en el final.
Un saludo a todo el pueblo de Horcajo, donde tengo tantos amigos. Enhorabuena por tener esa fiesta tan emotiva, el Vitor. Espero que las nuevas generaciones sigan apoyándola y no decaiga nunca. Un amigo de Tarancón.
Blanca de luz, Purísima, en la calle;
blanco tu corazón, tu alma pura;
blanco reflejo toda tu figura;
inmaculada cinta de tu talle.
No habrá ruido en la noche que lo calle,
el Vitor que despierta fría aurora,
la Imagen que en la estrella se demora,
el grito de este pueblo en cerro y valle.
desde la fría penumbra
que rodea mi balcón,
no puedo tocar tu imagen,
te envio mi corazón.
Levántate orgulloso que eres hijo
del pino y de la encina de esta tierra,
eres eco del viento de la sierra,
blanco de valle y dorado sol de trigo.
Levántate orgulloso, fiel amigo,
que nadie pueda decir que eres cobarde
aunque tu alma siga anegada
bajo las aguas frías del embalse.
De este pueblo peregrino
sois norte, sostén y guia,
cada Septiembre, ese día,
un poco de pan y vino
para encontrar la alegría
que se quedó en el camino.
En el templo, tu presencia,
es la imagen de una Madre;
es el amor, es la esencia
de la rosa que se abre.
Y me quedo sin palabras
al contemplar tu mirada,
que al mirar tus ojos, Madre,
ya no necesito nada.
pasion de Cristo solo con su pena,
de llanto amargo en la cara de María,
de hombro penitente y cuerda fría,
de fatiga y caida, sed y arena.
cae la tarde y engalana
de clavel el corazón,
la plaza vieja se inunda
de flores para una flor.
miles de claveles rojos
para la flor más hermosa,
marco de aroma y color
a su carita de rosa.
templo de bovedas altas como el cielo,
retablo eterno, espejo de cristiano,
imagenes mirando hacia el humano
vagando incierto y errando por el suelo.
donde la paz inunda por entero
el corazón y el alma fatigados,
donde el rezo se escucha susurrado,
y el último en llegar es el primero
llegué donde la fuente se reía,
al pie del templo y la muralla altiva,
y se quedó mi alma tan cautiva
que allí duerme en la penumbra todavía.
por verla subir la cuesta lo dejé todo y me fuí
y anduve, llegué y la ví
y al mirarla comprendí
que había llegado a la meta.

por verla subir la cuesta
lo dejé todo y me fuí
y anduve, llegué y la ví,
y al mirarla comprendí, que había llegado a la meta.